Dispongo de cuatro dias y me propongo llegar hasta Ribadeo.
El sábado, madrugón y llegada a Sada a primera hora, hago la compra para cuatro dias y al barco. Estibo los víveres, compruebo niveles, abro grifo de fondo, coloco la corredera, izo los anodos colgantes y preparo la maniobra de la mayor. Arranco motor y a navegar.
El dia no acompaña, pero es lo que hay. Llovizna y mala visibilidad me acompañarán practicamente todo el dia. Unos bordos y llego a Prioriño para despues con un poco menos de ceñida me permiten enfilar hacia Prior. De la niebla y por la popa aparecen unos veleros que me adelantan y a la altura de Prior, viran y vuelven hacia Coruña. parece que iban en regata. El dia continua con poca visibilidad y a menudo con llovizna. Decido parar en Vivero a dormir. Como esta oscureciendo, fondeo en la playa de Covas ya que a estas horas ya no hay nadie en la marina para echarme una mano.
Duermo como hacia tiempo que no dormía. calma total , sin ruido ni movimiento.
A la mañana siguiente levo ancla y cuando enfilo la salida, noto de repente una vibración extraña. embrago motor y deja de sentirse. Hago varias pruebas y llego a la conclusión de que llevo algo enganchado.Casi sin viento sigo navegando a vela y preparo la gopro enganchándola al bichero. La sumerjo y tomo video de la situación. lo descargo en el ordenador y aprecio que hay enredada una red o un cabo largo en la hélice.
Enredo en hélice
Como estoy solo, decido dar la vuelta e intentar entrar en Vivero. Me pongo en contacto con marina Vivero y me comentan que puedo atracar en una plaza a la entrada casi sin tener que maniobrar. Al llevar enredado en la helice el cabo , el barco casi no avanzaba y si lo revolucionaba era peor. En tonces casi al ralentí fui remontando hacia el puerto de Vivero.
La maniobra de atraque fue perfecta y una vez en puerto habia que ver que se podia hacer. El agua a 13 grados C sin traje ni gafas; Las dos escuelas de buceo desiertas (domingo). Menos mal que el mundo es un pañuelo y mientras hacia el papeleo para pasar la noche en Vivero, paseando por el puerto veo a Felix; Tiene el barco amarrado en Vivero y por casualidad fue a dar un paseo por la marina y para mas casualidad tiene un traje y gafas de bucear(el traje se lo estreno yo. Todavia no lo habia usado). Me acompaña y me sumerjo . En dos zambullidas, consigo liberar a Lonestar del cabo que envolvía su hélice. Era un trozo de palangre que algún desaprensivo habia arrojado al agua.
El lunes y con previsión de nordeste , tomo rumbo de nuevo a Sada
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